La Serra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2011, no es solo un tesoro natural y cultural: es también uno de los paisajes más representados en la historia del arte de las Baleares. Sus montañas escarpadas, sus pueblos de piedra y su luz cambiante han cautivado a generaciones de artistas.
Los paisajistas del siglo XIX
Los primeros artistas en capturar sistemáticamente la Tramuntana fueron los paisajistas del XIX. Pintores como Ricardo Anckermann y Joan O'Neille recorrieron la sierra con sus caballetes, dejando constancia de un paisaje que entonces era aún más inaccesible y salvaje. Sus obras, muchas conservadas en el Museu de Mallorca, muestran una Tramuntana romántica y sublime.
La generación de los modernistas
A finales del XIX y principios del XX, artistas modernistas como Santiago Rusiñol y Joaquim Mir llegaron a Mallorca atraídos por la calidad de su luz. Rusiñol, en particular, quedó fascinado por los jardines y huertos de la Tramuntana, que inmortalizó en numerosos lienzos. Sus vistas de Valldemossa y Sóller siguen siendo iconos del paisajismo español.
El archiduque Luis Salvador
No se puede hablar de arte y Tramuntana sin mencionar al Archiduque Luis Salvador de Austria. Este noble habsburgo, enamorado de la isla, no solo fue un gran coleccionista y mecenas, sino también un documentalista incansable que dejó en sus libros ilustrados un registro invaluable del paisaje y las costumbres de la sierra.
Artistas contemporáneos
Hoy, la Tramuntana sigue inspirando a creadores. Artistas como Ellis Jacobson o Pep Guerrero reinterpretan el paisaje desde perspectivas contemporáneas, mientras que fotógrafos internacionales capturan sus luces y sombras para galerías de todo el mundo.
Rutas artísticas
Recorrer la Tramuntana es caminar por un museo al aire libre. Desde los jardines de Son Marroig hasta los olivos milenarios de Fornalutx, cada rincón ofrece vistas que explican por qué tantos artistas eligieron este paisaje como motivo de su obra.